martes, 1 de septiembre de 2009

Paradójicamente, tres de tres...

Debe ser verdad... Nuestra relación fue paradójica.

No reconocí que te olvidé hasta que me olvidé que te conocía.
Porque siempre, pero siempre, nuestras diferencias nos pusieron al mismo nivel, nos igualaron, dejándonos sin individualidad.
Eso hizo que siempre fuera mejor ir a verte que dejar que me veas, era menos doloroso...

Y me di cuenta que la mentira está en lo que creemos, lo que sentimos nos impide ver con claridad y le agregamos complejidades para justificarnos.

Hoy, recien hoy cierro esta etapa de mi historia. Que marcó profundamente lo que soy hoy.